Libre Albedrío

Nacidos como especie social no llevamos impreso en nuestra genética el plan vital que beneficie a cada ser humano que la integramos. A diferencia de hormigas o abejas el ser humano es responsable de sus acciones y puede elegir qué camino toma por tener [glossary_exclude]Libre Albedrío[/glossary_exclude]. Esta diferencia es posible gracias a nuestra inteligencia individualizada, que si bien puede tener muy distintas capacidades, trabaja con un conocimiento cuya fuente es social.

El [glossary_exclude]libre albedrío[/glossary_exclude] es comúnmente la creencia de que las personas, como seres individuales, somos libres para elegir y tomar nuestras propias decisiones. Quién rige sus actos ‘con libre albedrío’ actúa de forma libre (se siente libre al hacerlo) y es por ello responsable de sus acciones, sean aciertos, errores o quebranto de ley. Se usa con frecuencia como sinónimo de libertad.

Quién apela al libre albedrío asume la responsabilidad moral[1] por sus actos.

La posibilidad de elegir según el libre albedrío aumenta según crece la riqueza social y el conocimiento, normalmente por encima de las posibilidades recogidas en las leyes o costumbres. Quién ejerce su libertad ejecuta aquellas capacidades, reconocidas socialmente o por la propia ley, en forma de derechos fundamentales en las sociedades democráticas. Se restringe voluntariamente a un marco aceptado que implica dejar de contribuir a su mejora.

El Libre Albedrío es criticado por las visiones deterministas que lo niegan, Baruch Spinoza, Arthur Schopenhauer, y colectivistas que lo consideran dañino por individualista por pensadores tales como Karl Marx y Friedrich Nietzsche. Todos ellos grandes pensadores que en su tiempo actuaron como personas libres, usando su libre albedrío, para crear un pensamiento propio que influyó en la forma de entender el mundo.

«Debemos al libre albedrío la creación cultural, la investigación, la innovación y resolución de problemas. La curiosidad ‘es el aspecto emocional en seres vivos que engendra la exploración, la investigación, y el aprendizaje. Esencialmente, describe un número desconocido de mecanismos del comportamiento psicológico que tienen el efecto de impulsar a los individuos, humanos y no humanos, a buscar la información y la interacción con su ambiente natural y con otros seres a su alrededor’.- Curiosidad en Wikipedia.

Las manifestaciones de libre albedrío de una persona ponen de manifiesto su identidad humana, conformada por su conocimiento vivo y los valores sociales con los que se identifica y le movilizan.

Sin libre albedrío no habría sociabilidad y se estancaría la sociedad. Es altamente necesario para el [glossary_exclude]bien común[/glossary_exclude]. En el mundo de la empresa tailorista estaba demonizado, ‘rompía la cadena’, por ello los ingenieros que la diseñaban y mantenían se encontraban por encima de ella. En la era del conocimiento las empresas cuyos valores son intangibles, animan a sus integrantes a innovar y transformar los procesos, a «transgredir la norma» para su mejora, de forma que todos sus integrantes actúan ‘con la libertad del ingeniero’.

La transgresión se puede identificar en dos sentidos:

  • Regresivo: Cuando sus acciones cuestionan valores sociales de [glossary_exclude]Bien Común[/glossary_exclude] aceptados como tales por la mayoría de la sociedad, y persiguen la negación de tales valores, y la supresión o mengua de los bienes comunes que con ellos se han realizado.
  • Progresivo: Cuando sus acciones cuestionan el estado de realización de un [glossary_exclude]bien común[/glossary_exclude] para ampliar su alcance, o cuando estas proponen la creación de nuevos bienes comunes vinculados a un valor de [glossary_exclude]bien común[/glossary_exclude] aún no aceptado como tal por la sociedad.

El [glossary_exclude]bien común[/glossary_exclude] integra de forma natural la libertad individual y la iniciativa personal, sin dañar ni a la comunidad, ni a la cooperación necesaria para su mejora. Incentiva el libre albedrío, la curiosidad, creación cultural, creatividad, investigación y mejora de las ciencias, marcos legales, herramientas y procesos maximizando tanto las libertades individuales como las garantías colectivas:

  • El rechazo social a la regresión del [glossary_exclude]bien común[/glossary_exclude], o a la mengua de los bienes comunes, es un hecho natural de las personas más identificadas de nuestra especie con aquellos valores amenazados, porque nos empujan hacia atrás en nuestra evolución y dañan nuestro legado. Los movimientos sociales manifiestan cuan viva y saludable es una sociedad respecto de su patrimonio.
  • Por contra la regulación del [glossary_exclude]bien común[/glossary_exclude], las leyes, ponen de manifiesto la actitud de la sociedad ante la innovación y mejora de su patrimonio. Una sociedad conservadora, por la seguridad que todos ansiamos, tenderá a penalizar el libre albedrío, pudiendo llegar a la dictadura totalitaria que lo niega por completo. Una sociedad tolerante y progresista es propensa al libre albedrío y toma por ello sus leyes con el cariño de proteger lo conseguido, que siempre se podrá mejorar.

A diferencia de la moral conservadora, que estanca la sociedad, la Moral del bien Común vela por su progreso, facilitando la creatividad social, del arte, de la cultura y las mayores cuotas posibles de libertad humana. Como humanos relativos percibiremos ésta de forma personal y actuaremos respecto de ella con los valores de la sociedad, o nuevos, si entendemos que ésta los necesita al igual que nosotras mismas.

El conocimiento de la raíz social del bien común, y de como se integra la libertad individual en las realizaciones sociales, abre un gran campo a la innovación e iniciativa social. En ella, son las personas su principal base de desarrollo, cuando parten de una actitud de inteligencia colaborativa, asertiva y de integración activa de las diferencias.

La búsqueda del bien común se alimenta de la riqueza del conocimiento social que alimenta, con sus diferencias, aquel conocimiento diferencial necesario para tomar decisiones. La educación para la colaboración transforma a las personas y las posiciona de forma que su integración social es un acto de liberación personal.

El uso de la Posición del Bien Común es un arte social que integra a las personas, sin mutilar sus cualidades ni homogeneizarlas, activando su identidad y capacidades personales.

El libre albedrío como cualidad humana se extiende no solo a las personas, sino a sus organizaciones, compuestas de seres humanos, portadores de conocimiento vivo. La creación de cada ser humano, o sus grupos, es y puede ser por tanto un bien social por los beneficios que suponga su aportación a ella.

El desarrollo del [glossary_exclude]bien común[/glossary_exclude] acompaña la evolución humana con un mayor desarrollo de la libertad.

  Inteligencia Colaborativa, Humanos relativos, Educación para la colaboración Bien Común, Posición del Bien Común, Identidad Humana

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  1. Es la actitud defensiva, conservadora, independiente de la ley, por la que la sociedad atribuye responsabilidad por sus acciones a quienes actúan según su libre albedrío. Es un mecanismo de advertencia y protección de la cooperación y convivencia ante la transgresión por si sus acciones afectan a otras personas pudiendo sufrir represalias por los daños causados si no se cumplen las normas. Más en Wikipedia[]