8 – Transformaciones

El saber nos transforma, hace que se recompongan las cosas teniendo en cuenta cuanto aprendemos. Como consecuencia se modifican las posiciones personales que evolucionan con la identidad personal y un pensamiento compuesto, híbrido, relativo, que integra lo aprendido. Esta evolución molecular, visto el conocimiento según las personas que en cada momento integran la humanidad, es la que provoca la evolución histórica.

Los avances se reflejan en el arte, la ciencia, la cultura, las herramientas, la filosofía, la vida social y política. Si la sociedad está madura para dar un paso, en algún momento lo da, no sin sorpresa para las costumbres y la actitud generalmente conservadora de la opinión establecida.

Las actividades de la Fundación, en colaboración con los movimientos globales, aceleraron toda una suerte de transformaciones que empezado antes:

De humano relativo a empoderado y colaborativo

La transformación de las personas fue un proceso progresivo, cada vez más evidente, hasta convertirse en exponencial.

Las primeras evolucionaron voluntariamente, por decisión propia, como formación de educación para la colaboración en la propia Fundación y después en los movimientos sociales o las organizaciones del bien común. La formación no era un aprendizaje más, era una competencia que les habilitaba para empoderarse del bien común, una herramienta de cambio social imprescindible para la colaboración y el gobierno de los bienes comunes.

Las herramientas de inteligencia colectiva y la comunicación viral aceleraron el cambio en la conciencia de las personas. De ser humanos relativos pasaron progresivamente a personas empoderadas y colaborativas. El uso del poder con beneficio de 360º, tenía resultados evidentes, con un peso objetivo por sí mismos. Siendo bien común de la sociedad lo era también propio, dominado y personalizado para sí mismo en el proceso de empoderamiento.

Nadie se sintió obligado, antes al revés se sentían realizados viendo como sus valores, que habían pasado por emociones vivas en los momentos aciagos de la reivindicación, quedaban materializados. El bien común, antes inaprensible, alienado, reflejaba su propio ser, integrado en la sociedad, al empoderarse de un bien preexistente, dominado antes por el estado u otros poderes orientados al bien privado.

El proceso de empoderamiento iba siempre acompañado de un crecimiento colectivo y personal de la creatividad, un acto de libertad que permitía realizar sus capacidades y aspiraciones tanto a las personas como a la sociedad.

Las herramientas ayudaron, eran como un buque insignia: realizaban funciones muy útiles para los movimientos sociales y al tiempo educaban en las prácticas que, después sencillos talleres de las organizaciones del bien común, terminaban de asentar: Para la democracia electrónica era necesario tener una cuenta que garantizara la seguridad, la privacidad y la no manipulación de los datos personales; creando una Citizen Key se podía usar esta y todas las demás herramientas en las que podías consentir o no el BigData Ético((En nuestro uso de Internet las grandes corporaciones recopilan nuestros datos, tanto los personales como el uso que hacemos de la red y los utilizan sin consentimiento para fines con los que podemos no estar de acuerdo. BigData Ético, aunque es técnicamente lo mismo, es muy distinto: sabemos cuales son los datos recogidos, donde están, verlos y decidir si se eliminan o las condiciones, el fin con el que se van a usar y si se ceden o no y a quién.)).

Quienes entraban en este proceso de transformación seguían siendo humanos relativos, es nuestra naturaleza, pero gracias a él no chocaban con la sociedad. No había represión ni homogenización de la identidad personal, sino un gobierno consciente de cada cual, para sí mismo, para los demás y con los demás.

El salto evolutivo que anunciaba la creciente conciencia global ha empezado a traducirse, gracias a quienes emprenden su propia evolución personal, en un proceso en el que puede evolucionar toda la humanidad. Evolución en crecimiento de la libertad, en desarrollo humano((El desarrollo humano es el proceso por el que una sociedad mejora las condiciones de vida de sus miembros a través de un incremento de los bienes con los que puede cubrir sus necesidades básicas y complementarias, y de la creación de un entorno social en el que respeten los derechos humanos de todos ellos. También se considera como la cantidad de opciones que tiene un ser humano en su propio medio, para ser o hacer lo que él desea ser o hacer. El Desarrollo Humano podría definirse también como una forma de medir la calidad de vida del ser humano en el medio en que se desenvuelve. .- Wikipedia)) y transformación de la sociedad.

La asunción del poder

Habéis experimentado la capacidad destructiva, podéis autodestruiros y acabar con el propio planeta. Aunque persisten las guerras promovidas por los estados y las potencias mundiales el pacifismo en la movilización social tiende a imponerse sorteando los enfrentamientos con prácticas que hacen del bien común un proceso inclusivo en el que participar de forma voluntaria y consciente. La educación para la colaboración, la concienciación, la experimentación en el poder, la democracia…, pueden alejar la confrontación en el necesario debate social, haciendo de él un rico diálogo, por la transferencia de conocimiento, que transforma a las personas y al propio bien común.

Lo que lleva a la asunción del poder por otra vía no es la lucha política, ni la competencia electoral, ni la ideología, ni el análisis histórico, ni la evolución de los partidos comunistas; son los avances científicos en el conocimiento del ser humano los que llevan a la transformación de la capa más consciente de la sociedad, una transformación que habilita para gobernar directamente aquellos bienes en los que se han empoderado. Las nuevas herramientas y las organizaciones de bien común ayudan, pero lo que moviliza la transformación es la implicación emocional de la sociedad, la intervención directa, sin mediaciones, y el conocimiento de los márgenes para que el cambio sea pacífico.

Se empiezan a desarrollar cientos, miles de políticas de transición para superar la concepción habitual de «parte», clase o grupo, con la que ha funcionado hasta hoy la sociedad, los partidos políticos y sus prácticas institucionales. Nadie se debe ver forzado, ni el mismo estado que puede quedar aislado, debilitándose, por alejamiento de la sociedad, la pérdida de competencias y fuentes de financiación:

  • En las zonas más deprimidas del planeta, con ayuda de las organizaciones transitorias, las ONGS que migraron al modelo de la fundación, se expande territorialmente el poder, de forma molecular, en bienes comunes que ni siquiera existían antes y en los que el estado por tanto no existe.
  • Algunos estados de estas zonas empobrecidas favorecen por propia iniciativa la entrega del poder en sus zonas urbanas que, conectadas a la red, tenían acceso a información, índices de bien común y tecnología a la que ni siquiera el estado podía acceder. Su población, presta a migrar para huir de la pobreza, se transformaba por la expansión global de las organizaciones de bien común.
  • Servicios sociales de propiedad pública, degradados por privatizaciones, o incluso disueltos por iniciativas ideológicas de la ultraderecha((Este caso fué muy característico de la ofensiva global contra el feminismo que cerró call centers, grupos de asistencia especializados en violencia de género y otros servicios que dignificaban la posición de la mujer)) fueron asumidos como propios y transformados por las personas que no tenían otra posibilidad más que mantenerlos y se identificaban fuertemente con los valores del feminismo.
  • Empresas quebradas y abandonadas por sus propietarios son tomadas como base de empresas con beneficio de 360º recibiendo toda clase de ayudas de sus comunidades vecinales o pueblos.
  • El cambio climático agravado por la inacción de los gobiernos, que intentaron incluso intoxicar a la sociedad con falsedades negacionistas,  generó un movimiento global, curiosamente partiendo de la iniciativa personal de una menor de edad, Greta Thunberg((Greta Tintin Eleonora Ernman Thunberg​ (Suecia, 3 de enero de 2003) es una estudiante y activista sueca. En agosto de 2018 se convirtió en una destacada figura dentro de las huelgas estudiantiles realizadas en las afueras del Riksdag (Parlamento sueco), generando conciencia hacia el calentamiento global.​ En noviembre de 2018, habló en TEDx Estocolmo e inició el movimiento Juventud por el clima, y en diciembre de 2018, realizó un discurso ante al XIV Conferencia sobre el Cambio Climático (COP24) de las Naciones Unidas. En marzo de 2019, fue nominada para el Premio Nobel de la paz por un grupo de parlamentarios noruegos. – Wikipedia )), que combinaba el cambio del modo de vida, por propia iniciativa de sus integrantes, al tiempo que influían en sus entornos cercanos con las acciones de difusión y concienciación de las declaraciones de alerta climática.
  • El uso de monedas sociales ayuda a sacar mercados de cercanía del sistema financiero. En ellos crecen empresas con beneficio de 360º que orientan a ellos su actividad. Parte de su actividad económica, gracias a la moneda, no circula por los sistemas crediticios de la banca ni por los de recaudación de la hacienda estatal. De esta forma dejan los circuitos que les obligan a ser parte de la explotación por el sistema financiero para convertirse en empresas de bien común.
  • En los países centrales del dominio capitalista se produce una hibridación de la política: se degradan y dividen los partidos del sistema, verticales, antidemocráticos y corruptos y se multiplican las organizaciones transitorias, especializadas en un bien común: partidos de internet, animalistas, feministas, ecologistas, humanistas, nacionalistas… La aparente dispersión de las organizaciones facilita el desarrollo de sus valores en la población que choca con la uniformidad de partidos que valen para todo y no saben de nada.

La lógica de las organizaciones transversales llevaba al desarrollo del poder con las personas que se empoderan en los valores de los bienes que les identifican. Están interesadas en la descentralización política, en el derecho a decidir de la ciudadanía en todos los valores que les identificaban. El proceso había empezado hacía ya tiempo, desconectados de su conocimiento y las consecuencias que tienen en los movimientos globales. La formación de la Fundación y las primeras organizaciones de bien común hizo que el germen de la colaboración creara entre ellos un punto de enganche, la colaboración institucional para la cesión progresiva de competencias del estado a la sociedad empoderada.

  • La hibridación se produjo con orígenes distintos en todo el planeta. Trajo consigo un desarrollo de la democracia que incluye correcciones voluntariamente decididas: para cambiar la participación de la mujer en la vida política, para hacer listas electorales abiertas, para que los sistemas de recuento en democracia electrónica no anulen a las minorías, para introducir contratos ciudadanos entre quienes actúan en los nuevos y pequeños gobiernos que se van formando y los vecinos que les confían la gestión de sus decisiones…

No es posible hacer una lista exhaustiva porque la diversidad en la transición es tal, tan rica y libre, tan dispersa en el tiempo y geográficamente que hacer un seguimiento al estilo de la prensa y los grandes medios es imposible. Sin embargo está todo documentado porque se usan herramientas tecnológicas y bigdata ético que aceleran la transferencia de conocimiento y el aprendizaje colectivo. Algunas historias nos las dejan en el Cuaderno de Bitácora, son interesantes, curiosas y llevan el corazón de quienes las viven.

Del poder y la vida misma

Tantos siglos de experiencia con el estado, han dejado marcas profundas en el lenguaje, en las actitudes… La palabra poder inspira un respeto rodeado de temores. Os sitúa debajo, dominados, en un área social plagada de recuerdos dolorosos, de la represión, de las leyes injustas, de las traiciones. El enfrentamiento social, por opciones políticas , por el poder, crea daños personales y sociales que dejan profundas cicatrices en la memoria por el dolor de las pérdidas materiales y humanas; crea resentimiento, odio y afrentas que exigen reparación y dificultan la evolución social.

La experiencia de la revolución francesa, de revolucionarios como Babeuf1 o el fracaso del estado totalitario((«El estado, herramienta intermediaria entre el pueblo y su poder, se fue adueñando de este para asegurar el poder de los bolcheviques. Progresivamente el pueblo fue excluido, se contaminaron los soviets de la enfermedad característica del estado, la burocracia, hasta convertirlos en parte de su poder. El poder del estado diseñado para garantizar el dominio de una minoría, excluyó al pueblo sometiéndolo a terroríficas transformaciones con el solo fin de mantener en el poder a la minoría social que lo gobernaba. La oposición política en el partido bolchevique se convirtió en un peligro para el aparato burocrático por su experiencia revolucionaria. Cuando las tropas alemanas entraron por Ucrania el 22 de junio de 1941 la sociedad y el partido habían sido totalmente depurados de cualquier germen revolucionario».- De la experiencia soviética para el tránsito al Bien Común – Jivablog)), aconsejan separar a esta peligrosa, violenta y obsoleta herramienta de cualquier cambio.

No se han vuelto a producir las situaciones de doble poder de los tiempos revolucionarios, ni golpes espontáneos ni jacobitas (planificados), aunque duela el corazón por la injusticia, por la destrucción de bienes. Durante el periodo de la asunción del poder interesa cada persona de la convivencia cercana. Importan todas las personas, no solo familiares y amigos.

Quienes se empoderan se incorporan al poder porque este es así, horizontal, disperso, cercano, liviano, un poder distribuido que ejerce cualquier persona de forma diaria. La multiplicación de gobiernos de bien común, el ejercicio de la justicia, la implicación en la moral del bien común, el uso de los parlamentos y la democracia directa de forma regular produce una rica experiencia del poder.

El poder distribuido extiende en la sociedad una sensación antes puntual, radicalmente emotiva, la solidaridad con los congéneres en desgracia, abandonados del desarrollo humano, dañados por el cambio climático, desplazados, supervivientes huidos de dictaduras… La solidaridad se ejerce en el nuevo poder gobernando, algo que empieza en cada ser humano, para sí mismo, sigue con su comunidad, con su identidad cultural, con sus valores en los organismos comunes. Una misma persona realiza tanto su poder personal como el social de forma que el vínculo entre uno y otro nunca queda disociado.

La responsabilidad sobre una misma y sobre las demás personas y con ellas, ya no es distinta porque el poder deja de estar sobre sus cabezas, es lo cotidiano. Las personas se hablan abiertamente, en cualquier momento, sin sentirse amenazadas, sin sospechas, con cariño, abiertas a lo que dicen quienes escuchan o aportan sus puntos de vista. Es lo normal que de estas situaciones habituales se tomen iniciativas de gobierno igualmente habituales. El ejercicio del poder restaña las heridas de la sociedad, aplaca los odios por el repudio social generalizado. Extiende el dominio de la inteligencia colaborativa en la planificación distribuida y el beneficio de 360º.

La moralidad y el cariño, la estima por las personas, nace de la colaboración y el empeño por aquello que aporta beneficios. La ética económica generaliza la paz con el planeta y los semejantes. El consumismo tiende a desaparecer por insolidario, insostenible, enemigo de la supervivencia y la de otros seres del mundo animado y vegetal.

La felicidad humana deja de materializarse, deja de ser un objeto, un sueño, para ser la experiencia vital de cada momento de la vida, una experiencia evolutiva disfrutada desde la realidad de humanos relativos.

El lugar del bien común

Alienados del bien común, este se siente siempre lejano, en manos del estado, de los poderosos. Ahora está en vuestras manos, entre vosotros, en vuestra propia vida, en la de cada persona, gobernado para el bien de todos y de cada cual, nada os oprime en ningún sentido. En estas condiciones ninguna institución u organización social puede tomar la posición jerárquica, dominante y violenta del estado.

Algunas organizaciones de la sociedad están evolucionando, otras nuevas se crean en un movimiento de la sociedad que lleva al triunfo el modelo de las organizaciones de bien común. Estas actúan siempre como herramientas, como esperaban quienes se agruparon en las polis griegas, quienes construyeron Stonehengue o Alejandría. Sabemos porqué no fue así e incluimos en su diseño todos los seguros, indicadores, garantías, referencias éticas… necesarios para que nunca dejen su lugar en la sociedad, para que nunca se vuelvan contra ella, para que no puedan generar un interés privado, antisocial, egoísta, explotador…

Su creciente influencia es el resultado de asumir las personas, voluntariamente y por iniciativa propia, sus asuntos según los retiran de las manos del estado y otras organizaciones privativas de lo común. De la colaboración entre organizaciones de bien común, están naciendo muchas herramientas que ayudan a acelerar la conciencia global y las transformaciones ya iniciadas por los movimientos globales.

Las organizaciones del bien común cumplen un gran papel porque su labor es facilitar lo necesario para asumir el poder. La sociedad, agradecida, cuida de ellas como hace con cualquiera de sus bienes comunes.

Recomendado: Beneficio de 360º, Educación para la colaboración, Poder Distribuido, Organizaciones del Bien Común, Herramientas

  1. François-Noël Babeuf, conocido como Gracchus Babeuf (Saint Quentin, 23 de noviembre de 1760 – París, 27 de mayo de 1797) fue un político, periodista, teórico y revolucionario francés. Murió guillotinado por intentar derrocar el gobierno del Directorio con la «Conspiración de los Iguales». Su teoría política, conocida como babuvismo, se considera una de las precursoras del comunismo.- Wikipedia []