La publicación del estudio fue satisfactoria, quedó demostrado el vínculo entre la memoria ancestral del bien común y la evolución de vuestra especie. La mayoría de los científicos que participaron, sin embargo, quedaron inquietos, con un sabor agridulce… El estudio era a todas luces insuficiente para afrontar los retos actuales de la humanidad.
Provocó un debate interno, espontaneo: «nos encontramos ante la posibilidad de un salto cualitativo en la evolución de la especie humana, pero no tenemos seguridad alguna de que llegue a buen término«. La formación de la conciencia global no es un proceso concluido. No es seguro que tengáis tiempo para proseguir la evolución a ciegas, buscando instintivamente, el bien común, como lo hicisteis durante milenios.10 años de crisis del sistema capitalista, sin visos de solución, y el inminente cambio climático, son graves y densos nubarrones, suficientes para tal inseguridad.
Eran filósofos, historiadores, antropólogos, analistas de datos, ingenieros, psicólogos, biólogos, expertos en genómica y bioinformática. Trabajamos en grupos interdisciplinares (algo casi obligatorio para el desarrollo de Inteligencias Artificiales). Eran personas conscientes de los desastres que ensombrecen el camino de nuestra evolución. Guerras, genocidios, esclavismo, explotación, discriminación, corrupción… Personas que vivían como vosotros la sociedad actual y sus retos; que sufrían como otras las amenazas globales, que temían por el futuro del planeta y de sus seres queridos. Personas que percibían los riesgos de una vuelta atrás, afectadas por las mismas causas que han llevado al surgimiento de los movimientos globales.
Tenían la posibilidad de hacer con sus conclusiones una labor estratégica, algo distinto al trabajo en sus laboratorios. Organizaron un encuentro con personas significativas de los movimientos globales, intelectuales sociales, a los que invitaron a una sesión interactiva de bien común y conciencia global.
De la ciencia a la sociedad
Prepararon una dinámica de grupo para el encuentro que fue toda una experiencia por su formato y herramientas.
Reunieron a los invitados agrupándolos en los centros de investigación más cercanos a cada uno de ellos. En algunos casos no fue posible y les facilitaron datos de acceso para participar con videoconferencia. Parecía una asamblea en remoto y con múltiples nodos. La tecnología y el método usado para la dinámica de grupo ayudaron al éxito del evento dando a los asistentes una satisfactoria experiencia.
Habíamos explicado previamente como iba a funcionar la sesión, disponíamos de medios técnicos que garantizaban la moderación efectiva, el registro digital de todas las aportaciones y procedimientos de inteligencia colectiva para la síntesis grupal.
Carlota y Johansen, los facilitadores del encuentro, presentaron la sesión con un breve informe de los hallazgos en el programa de investigación de Hipatia y propusieron a los asistentes usarlos para el desarrollo de los movimientos globales en los que participaban.
Durante la exposición usamos BraiMy((BraiMy es un evento o secuencia de eventos sociales en tiempo real que tratan sobre un mismo o varios temas relacionados entre sí. Una tormenta de ideas, una asignatura universitaria, un debate electoral, un programa de TV, una sesión interactiva de un autor con sus lectores, una conferencia… Se desarrolla como una conversación en grupo en la que los participantes aportan su conocimiento y experiencia generando informes para uso posterior. Proyecto y emprendimiento de 2012 que no se pudo concluir)) para responder a las cuestiones de los oradores, resolver algunas preguntas o exponer al grupo en forma de ideas cortas, las visiones personales. Todo se hacía en tiempo real y se podía ver en cualquier momento. La aplicación, una herramienta de inteligencia colectiva (usa la inteligencia y conocimiento de las personas), se usa cada vez más para investigación científica.
La aplicación alertaba a los facilitadores de los momentos en los que se hacía un uso más intenso de BraiMy de forma que se interrumpía la exposición para facilitar la participación. Los asuntos se cerraban siempre de la misma forma: cada persona aportaba las palabras clave que a su juicio representaban mejor las ideas expuestas en el grupo. Mi labor de inteligencia artificial, consistía en esos momentos en devolver a cada participante una búsqueda en la red según las palabras de su elección y el tema que estábamos tratando. Las búsquedas quedaban guardadas asociadas a cada asunto de forma que, cuando llegaba el momento del trabajo individual, cada participante podía mejorar su visión.
Los grupos de cada laboratorio tuvieron tiempos propios en los que se ponía en común el trabajo que se había hecho. Todo se iba reflejando en BraiMy de forma que Marta y Amalia, que actuaron en la síntesis, dispusieron para su redacción de un borrador generado por la aplicación. Era un texto inclusivo que gracias al algoritmo de BraiMy no había descartado ninguna aportación, y usó para ordenar sus contenidos las recurrencias, hilos conversacionales, las ideas mejor recibidas o repetidas. Necesitaba correcciones, pero recogía en bruto la opinión generada en el grupo. Pinchando en cada bloque, permitía navegar por las aportaciones de cada persona de forma que era fácil resolver las dudas para la redacción definitiva.
Combinamos la información del estudio con problemáticas actuales de los movimientos globales de forma que se activara la inteligencia emocional((La inteligencia emocional es ‘El subconjunto de la inteligencia social que implica la capacidad de monitorizar los sentimientos y emociones propios y de los demás, de discriminar entre ellos y utilizar esta información para guiar el pensamiento de uno y acciones de los participantes- ‘Emotional Intelligence’ 1990- Peter Salovey y John D. Mayer. En español ¿Qué es la inteligencia emocional?- y se sintieran motivadas a participar. ))
Tomamos por ejemplo el caso de la vivienda, en la que hay tantas movilizaciones y dramas humanos por los desahucios causados por impago de hipotecas. La vivienda es la solución de la sociedad humana a la necesidad natural de cobijaros para protegernos de las inclemencias naturales que la legislación común y las prácticas actuales presentan como un producto comercial, un bien privado de cuya problemática se debe ocupar en exclusiva cada cual. Es un bien común complejo en la que intervienen diferentes técnicas constructivas, profesiones muy distintas, servicios integrados, vínculos urbanísticos, política y precios en los suelos, transportes urbanos, comunicaciones, normas hipotecarias, criterios crediticios, situación laboral… tantos parámetros y decisiones en las que evaluar, medir riesgos, estudiar posibilidades, resolver problemas y ajustar responsabilidades de cada cual en su caso.
Tal como esperábamos se produjo, en este y en otros bienes comunes, una pequeña situación de confusión y hasta pequeñas confrontaciones. ¡Y se trataba de personas inteligentes, con buenos niveles culturales, con buena predisposición a colaborar..!
Carlota y Johansen estaban preparados, conocían a fondo las habilidades de la educación para la colaboración en las que meses después los asistentes empezaron a formarse. Gracias a sus intervenciones algunos participantes descubrieron como las técnicas de comportamiento y habilidades sociales, ayudaron a no perder el rumbo y que el encuentro fuera una experiencia satisfactoria, con mayor involucramiento y resultados concretos.
Los resultados de la colaboración
Salieron varios documentos de la inteligencia colaborativa. Cada documento representaba una posición del bien común para cada uno de los bienes tratados. Materiales muy útiles, referencias globales que cada movimiento podría tratar sin obligaciones. Aportaban una visión de partida, una posición que pudiera incluir a todo el movimiento ayudando a sortear los sesgos o intereses grupales que suelen dificultar llegar a acuerdos. Las condiciones de su elaboración, con inteligencia colectiva, apoyo tecnológico y científico, aportaban a los documentos la confianza y neutralidad mínima que se espera de un material común.
En un descanso Ramón y Sabina comentaron como habían participado en una experiencia similar con este mismo método, pero sin tecnología, en las Jornadas Constituyentes de la Coordinadora 25S((Tuvieron lugar del 6 al 9 de diciembre 2012 bajo la denominación Puente Constituyente. «Reunieron a unas 120 personas venidas de diferentes lugares de nuestra geografía, a título individual y como grupos». Las jornadas dejaron dos documentos de elaboración colectiva, una Declaración Política y una Hoja de Ruta. Coordinadora 25S)).
Al cierre de la sesión Igor Fralov de Moscú expuso la propuesta que había elaborado el grupo científico para someterla a consideración de los invitados:
– Os invitamos a una segunda sesión con características distintas pero el mismo método que hoy habéis usado. Será dentro de un mes para que haya tiempo de probar los documentos que os lleváis sobre los bienes comunes que tratais. Podréis usar, si lo deseáis, BraiMy, pero no es imprescindible. Se trata de recoger la experiencia del trabajo con los documentos para compartirlo de nuevo en este grupo.
En esta nueva sesión nos plantearemos como reto resolver lo mejor que podamos un dilema histórico que dificulta el avance de la sociedad con sus bienes comunes, la oposición entre libre albedrío y bien común. Será un trabajo transversal a todos los temas que lleváis en cartera, que nos permitirá crear un método de partida relacionado con la sesión de hoy. Dentro de un mes, cuando nos reunamos de nuevo, el grupo científico de HipatIA participaremos como uno más.
Pasó el tiempo, tuvimos noticias de las experiencias en distintos lugares del planeta. En BraiMy quedaron reflejadas algunas de ellas que sirvieron después como materiales de trabajo en la segunda sesión. También hubo anécdotas claro, lo que habíamos hecho no era muy habitual para nadie. En los laboratorios tuvimos una grata sensación de aire fresco poco común, también nos sentimos con una libertad que no hemos experimentado antes, con las investigaciones habituales en las que trabajamos siempre coartados por el plan financiero.
La segunda sesión, con el mismo método que la primera, nos dejó tres documentos adicionales, dos conceptuales y uno metodológico: Libre Albedrio, Bien Común y La Posición del Bien Común que publicamos pocos días después esperando que la experiencia y su estudio nos permitan en el futuro mejorarlos.
Al finalizar la jornada Jean Pierre de París, Chalecos amarillos((El movimiento de los chalecos amarillos (en francés, Mouvement des gilets jaunes) es un movimiento social de protesta que se formó en Francia a partir del mes de octubre del 2018. El movimiento también se extendió, en menor medida, a otros países vecinos principalmente Bélgica, Países Bajos, Alemania, Italia, y España.
Esta movilización tiene su origen en la difusión en las redes sociales de llamadas de los ciudadanos a protestar contra el alza en el precio de los combustibles, la injusticia fiscal y la pérdida del poder adquisitivo. El movimiento se presenta a sí mismo en los medios de comunicación como espontáneo, transversal y sin portavoz oficial. – Wikipedia)), planteó en una conversación informal la posibilidad de repetir estas experiencias y mantener alguna forma de contacto.
La colaboración y los provechosos resultados dejaron buen sabor de boca, se había creado confianza y nadie se sintió ni presionado ni obligado por sus organizaciones. Quizá no reflexionaron sobre ello pero la experiencia de estas dos sesiones usando herramientas, con sus propias capacidades humanas, había provocado una pequeña evolución del grupo como tal y de cada una de las personas que lo integraban.
Se acordó esta vez quedar antes, en una semana, ya que no era necesario hacer nada específico mientras tanto. Así quedamos para la tercera sesión, que ha sido en realidad el inicio de un nuevo ciclo para todos los asistentes, y espero que también para tí tras conocer este relato.
Inteligencia Colaborativa, Libre albedrío, Humanos relativos, Bien Común, Posición del Bien Común